Vamos a ponernos místicos gracias al feng shui, aportando a nuestro hogar energía positiva para comenzar bien el año.

El feng shui significa en chino literalmente «viento y agua», es un milenaria creencia basada en la filosofía de la disposición del espacio, teniendo en cuenta factores como los cinco elementos, el yin yang, o la orientación de los puntos cardinales, ya que de cada punto cardinal emana una energía determinada. Todo con el objetivo de conseguir una energía positiva sobre las personas. Si el flujo de la energía es el adecuado, nos traerá bienestar y felicidad.

La idea del yin yang es fundamental para el feng shui, el yin yang es la idea de los opuestos sin oposición. Opuestos que son complementarios y se necesitan ambos para existir dentro de un equilibrio.

El Yin y el Yang son las dos polaridades de la energía Chi. Yang es lo luminoso y activo. Las áreas más activas o yang en una casa son la entrada, la cocina y las áreas sociales (salón, comedor, sala de estar). Yin, es lo oscuro y reposado. Los dormitorios y los baños son las zonas yin de un hogar. El objetivo del Feng Shui, es conseguir un equilibrio entre los opuestos Yin Yang, entre actividad y descanso.

Todas las casas tiene tres puntos claves para el feng shui: la entrada, la cocina y los dormitorios. La entrada determinará la calidad de la energía que entra a la casa. La disposición de la cocina afectará a la energía que reciben los alimentos y por lo tanto, de la prosperidad de toda la familia. La disposición de los dormitorios, es fundamental para la salud y los sentimientos.

Los parques y lugares abiertos, las zonas de agua y zonas verdes, son muy beneficiosas para la energía del Feng Shui. En cambio, la contaminación, antenas, carreteras, zonas ruidosas, … son perjudiciales. Algunos objetos, como luces, colgantes o espejos ayudan a proteger el equilibrio de nuestra casa, son las Nueve Curas del Feng Shui basadas en los cinco elementos: el Fuego, la Tierra, el Metal, el Agua y la Madera; nos proporcionan la base para componer las curas o soluciones del feng shui a la ruptura de nuestro equilibrio.

La Limpieza en el Feng Shui

La limpieza se debe realizar de dentro a fuera, empezando por ejemplo por el interior de armarios y muebles, para terminar por lo más exterior y superficial.

feng shui

La proximidad en la organización de los objetos también es importante en el Feng Shui, por ejemplo el lugar indicado para guardar una manta para la cama de matrimonio, es la habitación de matrimonio y no otro otro dormitorio, ni un armario del recibidor, ni un mueble del salón, ni el trastero.

Acumular objetos en la misma habitación impidiendo el disfrute de la misma, también es algo que va en contra del Feng Shui. Sería mejor reconvertirla en un espacio de lectura, zona de plancha o de juegos.

Si guardas objetos bajo la cama deben estar relacionados con el descanso (sábanas, mantas, almohadas…) y deben estar limpios y ordenados.

Tras una limpieza física, también se debe realizar una limpieza etérea, o limpieza con incienso (sahumerio). Después deberás abrir todas las ventanas y puertas para ventilar, para que así fluyan todas las entradas de energía de tu casa y se puedan renovar. Al día siguiente se recomienda ventilar de nuevo, abriéndolo todo de la misma manera, para captar el aire más limpio de la mañana.

La limpieza profunda se aconseja realizar en los cambios de estación, aprovechando el cambio de armario, el deshacernos de ropa vieja, etc…

El Feng Shui es en realidad, una limpieza energética con intención de cambio. Aprovecha para revisar el buen estado de todo y lo que ya no sirva o funcione, repáralo, o deshazte de ello.

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